No todas somos madres, pero todas somos hijas.
Y aunque nuestras historias familiares sean distintas, hay algo que nos une: una herencia invisible que hemos cargado generación tras generación. Una mochila de mandatos, represión y desconexión que, aunque hoy empezamos a soltar, aún deja huella en nosotras.
Hemos crecido bajo promesas de libertad que a veces solo escondían nuevas formas de esclavitud. Nos enseñaron a competir, a desconfiar unas de otras. A caminar solas. Y con ello, llegó una soledad no elegida.
Crecimos con diferentes madres y padres o con ninguno. Pero fuimos niñas. Que necesitaban las mismas cosas y que no siempre lo recibieron.
Y ahora es tu momento de recibirlo. Si no te lo dieron, ahora tu te lo das.
Hijas nace como un espacio de encuentro de niñas que ya son mujeres.
Un fin de semana para venir con tu hermana, tu prima, tu amiga o tu cuñada… o simple y bravamente contigo misma. Un lugar donde volver a confiar, compartir, y disfrutar de volver a ser niña.
Porque de cualquier forma que haya sido tu infancia, necesitamos mirar a esa niña…y abrazarla.
- Recordar y revivir esa alegría infinita.
- Experimentar por primera vez lo que no pudiste o no te dieron.
- Reconciliarte con lo que te faltó o se pudo hacer de otra manera.
- Reconocerte.
Porque sea lo que sea que hayas heredado mereces decidir con que te quedas y que dejas atrás.
Y todo esto lo vamos a hacer jugando. Y contando cuentos. Y bailando. Y comiendo rico.
Porque te lo mereces.
Te lo vuelvo a decir,
TE LO MERECES