No todas somos madres, pero todas somos hijas.
Y aunque nuestras historias familiares sean distintas, hay algo que nos une: una herencia invisible que hemos cargado generación tras generación. Una mochila de mandatos, represión y desconexión que, aunque hoy empezamos a soltar, aún deja huella en nosotras.
Hemos crecido bajo promesas de libertad que a veces solo escondían nuevas formas de esclavitud. Nos enseñaron a competir, a desconfiar unas de otras. A caminar solas. Y con ello, llegó una soledad no elegida.
Hijas nace como un espacio de encuentro intergeneracional:
Un fin de semana para venir con tu madre, tu hermana, tu hija, tu amiga o tu cuñada… o simplemente contigo misma. Un lugar donde volver a confiar, compartir, sanar y comadrear.
Sí, comadrear. Aunque la RAE lo defina como “chismear cosas sin importancia”, para nosotras es justo lo contrario: recuperar el valor de la palabra, del vínculo, del círculo de mujeres que se escuchan sin juicio.
Durante el encuentro te acompañarán una antropóloga con alma de cuentacuentos, una terapeuta menstrual, una sonoterapeuta, una psicóloga que da los mejores abrazos del mundo, y una monitora que hará volar la imaginación de peques… y grandes.